Elegir Vs prescindir
Edmund Burke, filósofo, escritor y político irlandés -considerado como el padre del liberalismo conservador británico- sostenía que si bien los gastos, especialmente lo grandes gastos, constituían una parte esencial de la Economía y entonces la escasez podría ser tenida en cuenta como un aspecto clave de esta, se podría sin embargo hablar de una economía "superior" si se contemplaba como una disciplina distributiva y se centraba esta no en ahorrar, sino en SELECCIONAR.
Identificar qué es lo crítico y priorizarlo, centrar nuestros recursos primordialmente en ello..., y hacerlo de manera inteligente es lo que nos va a permitir trascender nuestra limitada capacidad de ahorro.
- Cuando en una empresa se quiere incrementar el beneficio (ahorro), en muchas ocasiones, se tiende en primer lugar a centrar los esfuerzos en recortar gastos en vez de identificar los potenciales generadores de valor que desde la actividad de esta se puede hacerle llegar al cliente mediante su producto o servicio final y trasladar todos los recursos posibles existentes a estas actividades clave:
- Cuando se hace lo primero existe un límite. El de los recursos dispuestos.
- Sin embargo, optando por lo segundo se busca una mejora en la eficiencia de esos recursos optando a un diferencial potencialmente mayor. Se piensa en grande.
- En el ámbito personal y financiero, esta disyuntiva puede ponernos frente al espejo en diferentes sentidos. Nuestro principal recurso en valor es el tiempo. Sin duda alguna. Por ello, si pensamos en la distribución inteligente de nuestros activos, buscaremos cómo priorizar aquella que los haga "producir" más tiempo para nosotros.
Para poder disponer de tiempo, parece evidente que hemos de disponer previamente del dinero necesario para todo lo demás (comida, casa, ropa... ). Por ello, cuanto menos necesitemos -cuanto menor sea nuestra estructura de costes-, mejor pero como esa vía ya hemos visto que tiene un recorrido limitado, buscaremos la forma en aprovechar nuestro recurso temporal en acciones y ejecutar las decisiones que favorezcan que podamos obtener unos mayores ingresos sin tener que, precisamente, dedicar más tiempo a ello.
Dicho de otra manera, no tenemos que trabajar más horas sino llevar a cabo, en las horas establecidas en nuestra distribución de recursos para ello..., las acciones precisas (formación especializada, adquisición de habilidades transversales, participación en ecosistemas profesionales, colaboraciones, desarrollo de marca personal, etc.) para poder obtener un trabajo mejor remunerado. Por ejemplo, podemos sacrificar temporalmente (sólo temporalmente...) algunas horas de ocio (tiempo) o reducir nuestra jornada laboral (salario) como inversión en formación que nos permita mejorar nuestra empleabilidad por cuenta ajena o propia de cara a la obtención de másingresostiempo.
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